lunes, 11 de octubre de 2010

¿EL AULA, RECURSO PEDAGOGICO O NO?


• El aula no es aún plenamente usada como recurso pedagógico. Algunos docentes parecen haber asimilado algunas pautas formales respecto de la ambientación adecuada, pero sin lograr un uso activo de ellas.
• El tiempo usado en las aulas no se rige por las necesidades del ciclo escolar. Las clases pueden ser interrumpidas, prolongadas o suspendidas de acuerdo con los intereses y necesidades de los profesores, de los padres de familia o de cualquier otro agente distinto de los niños.
• En una situación de clase "normal", la mayor parte del tiempo la toma el dictado o copiado de la pizarra y la revisión individual o colectiva de las tareas asignadas.
• La clase está organizada de acuerdo con una rutina que es usada por los docentes para cualquier asignatura, línea de acción o área —según le corresponda—, y la atención se centra en el tema que toca "enseñar" más que en las actividades que propicien el aprendizaje de los alumnos.
• El principal recurso utilizado es la pizarra, pero de manera limitada: básicamente para escribir o dibujar lo que los niños deben copiar en sus cuadernos.
• La utilización de los productos y materiales del medio como recurso didáctico es usado ínfimamente, pero para los fines más sencillos, como sumar y restar con frutas o semillas.
• A los docentes les cuesta usar la información que manejan como un recurso pedagógico. Por lo general parecen pensar que los contenidos que deben impartir tienen que estar escritos en algún libro. Demuestran muy poca libertad para establecer sus propias asociaciones para conducir el aprendizaje de los niños. Por eso tampoco motivan a los niños a establecer tales asociaciones, y tienden en general a recortar el potencial participativo de los nuevos métodos. Se sobreestima entonces la importancia de los materiales en el proceso pedagógico, y se les considera casi como sustituto y no como instrumento de apoyo al trabajo del docente.
• La misma dificultad que tienen los docentes para usar sus propios conocimientos como recurso pedagógico, la tienen para recurrir a las habilidades, destrezas y actitudes adquiridas por sus alumnos en la vida cotidiana campesina.
El programa curricular nacional actual es relativamente conocido en el nivel declarativo por los docentes, pero es distorsionadamente comprendido y difícilmente puesto en práctica.
La propuesta pedagógica que plantea este nuevo currículo para poner al alumno en condiciones apropiadas de aprender a aprender, a ser, a convivir, a actuar y a pensar, puede ser totalmente dejada de lado si no se adecua a las condiciones reales de una escuela rural que opera con niveles mínimos de Eficacia.

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